Caro & Pau eran amigas de años, ambas tenían distintas personalidades pero sabían como llevarse entre ellas, se tenían bastante, cariño siempre una para la otra. Desde hace varios meses habían estado saliendo con Gustav Schäfer y Tom Kaulitz, miembros de la famosa banda Tokio Hotel. Sus relaciones iban como cualquier otra, aunque aveces las fans molestaban y los paparazzis se entrometían. Todo iba bien, tenían sus altos, sus bajos, iban bien todo marchaba como un cuento de hadas, era mágico… pero saben? No todo en esta vida es color rosa, no todo marcha tan bien sin razón, algunas veces, raras veces, la vida da vueltas dramáticas y ellas estaban por descubrir de la manera menos necesaria que los cuentos de hadas no existen…oh al menos no de la forma en la que ellas creían.

jueves, 20 de enero de 2011

Capítulo 3

Narra Caro:

Me bajé de la mesa y caminé hacia la habitación de ambos, no quería entrar por temor a que me pudiera hacer algo aquel hombre tan agresivo con el cual yo convivía. Caminé por el pasillo a paso sigiloso y giré lentamente la perilla, abrí la puerta y lo vi despojándose de su polera, su tatuaje brillaba a la luz y su espalda se veía pálida. Entré y cerré la puerta cuidadosamente, tome mi pijama y me encerré en el baño con seguro, me miré al espejo y me largué a llorar. Mis lagrimas caían en mis pantalones tan rápidas como gotas de lluvia, estaba desconsolada. Me sequé las lágrimas, me puse pijama y salí. Gustav estaba recostado en la cama jugando con su PSP, tire mi ropa a un rincón y me recosté en mi lado de la cama en posición fetal. Los ruidos del juego de Gus me hacia recordar la escena de la cocina en casa de Simone y Jörk, ¿por qué lo hizo? ¿acaso no veia que me daba miedo ahora?. Los ruidos cesaron y la luz se apagó, una mano tibia se posó en mi hombro y luego apretó fuertemente uno de mis brazos –buenas noches… duerme bien- sentí un beso en mi mejilla. Comencé a tiritar y sollozar hasta caer en un sueño profundo.

A la mañana siguiente, el sol me despertó tocando mi rostro con sus sutiles tibios rayos al alba. Abrí mis ojos y giré hacia mi derecha, estaba él, mirándome tiernamente –buenos días mi vida- me dijo -¿dormiste bien?- una sonrisa brotó de sus labios. –Buenos días- dije tímidamente mirando las sábanas, con sus grandes y suaves manos tomó mi rostro y lo levantó, haciendo que nuestras miradas se juntaran y me besó –¿quieres algo especial de desayuno?- me preguntó colocándose de pie –no Gustav… lo que me quieras hacer- le respondí nerviosa, él asintió con la cabeza y salió de la habitación. Me recosté y tome mi teléfono para mandarle un mensaje a Pau “Morgen! necesito que nos juntemos urgente esta tarde… estas libre? necesito desahogarme… Besos, Caro”. Dejé el celular en el velador y levanté los brazos, en uno de estos tenía moretones… eran las manos de Gustav ¿qué hacía para cubrirlos?, cerré los ojos y cubrí mi rostro con las manos. Los pasos de Gustav se acercaban, abrí los ojos y lo vi parado en la puerta con una bandeja en las manos –siéntate preciosa- dijo dulcemente mientras entraba, lo miré y me senté en la cama con las piernas cruzadas –que… ¿qué trajiste Juschtel?- le pregunté mirando la bandeja –café, tostadas y jugo de naranja natural- respondió sentándose a mi lado –mmm ¡yummi!- exclamé tomando una tostada y poniéndomela en la boca. Gustav me miró y sonrió. Creía que todo había pasado… que todo había sido producto del estrés del dia de ayer, que no estaría mas agresivo conmigo… pero me equivoqué. Cuando estire uno de mis brazos para tomar mi taza de café, lo agarró fuertemente y lo tiró –¡mas te vale no decirle a nadie lo que te sucedió en los brazos!… ¿estamos claros?- me dijo agresivamente mirándome a los ojos. Su mirada era tan fría, mis ojos se llenaron de lágrimas y un chillón y pequeño “si” logró brotar de mis labios. Sonrió hacia un lado y me soltó. Siguió comiendo. Un pequeño sollozo salió de mis labios -¡silencio!- exclamó Gustav al mismo tiempo que soltaba un manotazo sobre mis labios bruscamente, logrando romperlo nuevamente –no vuelvas a llorar… ¿entendido?- tapé mi boca y sentí con la cabeza, tomé mi teléfono y me encerré en el baño nuevamente. Di la llave de la ducha y me tiré a un rincón a llorar. Sonó el tono de los mensajes –“Sisisisi! Claro estoy libre, caro que paso? Anoche… todavía tengo esa duda eh! No me vas a dejar asi te paso a traer mas tarde solo me marcas la hora, te quiero!” era Pau, contesté como pude “Puede ser después de las 2? No me dejes plantada por favor!!!”, escondí mi rostro en mis rodillas y continué llorando. Unos golpes me hicieron levantar la vista, unos golpes bestiales a la puerta, escondí mi teléfono y metí mi cabeza a la ducha, mojé mi cabello y corté el agua, agarré una toalla y fingía secarlo. Abrí la puerta y salí –te demoraste demasiado- me reprochó seriamente, intenté ignorarlo. Caminé hacia la cama y lo miré, me agarro de la cintura con brutalidad –mas te vale no esconderme algo- apretó fuertemente mi cintura, dolia de una forma incontrolable -¿entendido?- asentí con la cabeza. Sonrió satisfactoriamente y se fue.


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Narra Pau:

Entramos a la habitación a base de empujones y jalones con pasión, sentía las manos de Tom arrancándome la ropa tan rápido como estas se lo permitieran, mis manos descontroladas por toda su espalda empezaban a bajar, Tom me tiro a la cama y se quedo parado mirando fijamente mis ojos mientras yo caía en las sábanas, acomode mi pelo para poderle mirar y sus ojos, esos ojos me desnudaban sin tocarme, con solo mirarme mi cuerpo empezaba a temblar, sabía lo que se venía… Tomo su polera y la tiro contra el piso, bajo sus pantalones quedándose en bóxers, su bulto ¡ese bulto! Se le notaba a distancia por debajo de los bóxers pareciera como que saldría para cobrar vida propia, se poso rápidamente sobre mi como tal bestia intimidando a su presa antes de un ataque, sentí su boca embestir la mía con tremenda fuerza –despacio Tom- pude decir entre besos y caricias –no te preocupes, no es como si te fuera a romper! – esas palabras susurrando en mi oído con su tono de voz tan macabro, su sonrisa maliciosa brotando de él tan normalmente, arranco mi ropa interior y la tiro a un lado, empezó a besar cada centímetro de mi cuerpo haciéndome temblar y aferrarme a su cuerpo, lo necesitaba tanto como el me necesitaba a mí esa noche oh al menos asi se notaba, me consumía con cada beso, su lengua se pasaba por cada parte de mí, bajo lo último que le quedaba de ropa para dejar salir su miembro endurecido sobre mí, en un pestañear de ojos ya estaba dentro de mí dándome embestidas que jamás en mi vida me habían dado, el sabía ¡sabía lo que hacía! Un gemido dejo escapar sobre mis pechos, los cuales agarraba con tanta pasión, mis gemidos se hacían difícil de ocultar –despertaras a la cuadra- dijo entre suspiros, su cara estaba tan llena de lujuria de solo verlo se me aceleraba el corazón, ahogaba mis gemidos con su lengua en mi boca, sus besos se hacían cada ves mas pasionales, las embestidas empezaron a acelerarse –no, no, no aún no- le dije como pude, el solo sonrío sabiendo de que le hablaba me agarro de la espalada separándome de la cama y parándome de un solo, empujo mi cuerpo contra la pared con tal brutalidad –auch!- salió de mi boca pero el no se detenía –así que eso te dolió? Espera que hay mas- sonrio ala vez que lamio sus labios de la manera más sexy posible, agarro mis manos levantándolas por arriba de mi cabeza azotándolas contra la pared, dio unas embestidas mortales, juro sentí que llegaba al cielo y tocaba las estrellas y luego de la ultima embestida con la que se dejo ir, terminamos tirados sobre la cama con las sábanas sobre el piso sin decir ni una palabra solo tratábamos de recuperar el ritmo normal de nuestra respiración –mejor no pude haber estado- eso fue lo último que salió de su boca antes que cerrara sus ojos mientras yo lo observaba con una sonrisa satisfecha, mire mis muñecas y se apreciaban unas pequeñas marcas rojas, no tan fuertes a la mañana siguiente ya no estarían, suspire profundo y eso basto para cerrar mis ojos y abrirlos hasta la mañana siguiente.

-Riiiiiiiiiiiiiiiiing riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing

Apaga eso! – dijo Tom –ya voy- abrí un ojo para leer el mensaje que marcaba la pantalla de mi celular -“Morgen! necesito que nos juntemos urgente esta tarde… estas libre? necesito desahogarme… Besos, Caro”- caro? Que habrá pasado? Me sente en la cama mientras restregaba mi mano con mis ojos para despertarme un poco y agarre el celular –“Sisisisi! Claro estoy libre, caro que paso? Anoche… todavía tengo esa duda eh! No me vas a dejar asi te paso a traer mas tarde solo me marcas la hora, te quiero!”.- ese mensaje me dejaría inquieta hasta verla, sería por lo de la cocina? Que habrá pasado tras esas paredes con estos dos? Bueno espero me lo dijera en la tarde, mire a Tom de reojo y seguía durmiendo, me pare fui hacia el baño a lavarme la cara y luego a tomar una larga ducha, pasado lo de anoche enserio la necesitaba y para saber lo que vendría en ese día hubiera pensado dos veces antes de salir del baño, no sabía lo que iba a suceder oh de lo que me iba a enterar pero estoy segura, ese día sería más largo de lo que me imaginaba.

1 comentario:

  1. wouuuuuu amo tu fic pobre Caro me da penita como puede ser asii :c please sube pronto bye

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