Caro & Pau eran amigas de años, ambas tenían distintas personalidades pero sabían como llevarse entre ellas, se tenían bastante, cariño siempre una para la otra. Desde hace varios meses habían estado saliendo con Gustav Schäfer y Tom Kaulitz, miembros de la famosa banda Tokio Hotel. Sus relaciones iban como cualquier otra, aunque aveces las fans molestaban y los paparazzis se entrometían. Todo iba bien, tenían sus altos, sus bajos, iban bien todo marchaba como un cuento de hadas, era mágico… pero saben? No todo en esta vida es color rosa, no todo marcha tan bien sin razón, algunas veces, raras veces, la vida da vueltas dramáticas y ellas estaban por descubrir de la manera menos necesaria que los cuentos de hadas no existen…oh al menos no de la forma en la que ellas creían.

viernes, 21 de enero de 2011

Capítulo 4

Narra Pau:

Salí del baño envuelta en una toalla y vi mi celular junto con la respuesta de Caro, ahora mientras Tom estuviera en el estudio iría a traerla y saber que le pasaba, porque tanta la urgencia? algo estaba mal? yo no quería que ella estuviera sufriendo, así que me cambie rápido ya luego de seis meses Tom me había cedido parte de su gaveta para guardar ropa, apartando el hecho de que me la pasaba ahí los 7 días de la semana, desperté a Tom –Despierta dormilón :3- bese su mejilla delicadamente y separe sus trenzas pegadas en su frente –pero amor es de madrugada- dijo con voz somnolienta –jaja madrugada? Son las 12 Tom!- se paró de un brinco y me miro -12¿?- buscaba su reloj rápidamente –si, son las 12 y tenías que irte a la 1, apúrate hay que comer-si pero antes- levanto su ceja de manera sexy –Tom no te basto con lo de anoche?- trate de salir del cuarto pero me agarro fuertemente el brazo derecho –auch! Espera me estas lastimando- sus boca no se movía solo me observaba de pies a cabeza –Sabes? Te miras muy bien en pantalones ajustados- bajo su mano a mi trasero y lo apretó –me provocas… lo sabías?- lo mire frunciendo mi ceño –siempre los uso así- moví mi brazo tratando de soltarme pero su fuerza se incrementaba –suéltame Tom mucho sexo para ti- se tiro una carcajada haciendo la cabeza hacia atrás y luego de un movimiento rápido su boca estaba a milímetros de la mía –nunca, NUNCA es mucho sexo para mi ;)- solo mi brazo sin antes darme un beso rudo mordiendo mi labio derecho –baja que ahora llego solo me ducho rápido- toque mi labio caliente por el ardor, me vi en el espejo un rato, acomodé mi pelo y baje a la cocina ahí se encontraba Bill con su plato de cereal ya en la mesa y nos pusimos a conversar, me gustaba hablar con Bill, era dulce y aniñado tan.. tan inocente, me daba ternura era como un hermanito para mí, le desalborote el cabello que sabía no le gustaba y me senté junto a él para platicar mientras Tom bajaba…

Bill: te gustan las salchichas eh! –se rió de forma burlona-

Pau: hahahaha! Bill que cosas las que dices

Bill: te serviste muchas! O.O

Pau: solo son 3 –le saque la lengua para burlarme, sabía que eso le daba risa-

Bill: tu lenguita! :3 ya te dije que es muy pequeña?

Pau: HAHA! Enserio?

Bill: si! Osea, me imagino que a Tom le gusta

Pau: y mucho eh! ;)

Bill: iuughhhhhhhhhhhhhhhhhhh –se tapo los ojos-

Pau: estoy molestando Billuxo! Calmate hahahaha

Bill: no yo se que le gusta!

Pau: como lo sabes?

Bill: aay pau… -torció los ojos- como si no alabara de eso!

Pau: ¡HABLA DE ESO!

Bill: solo conmigo, cuando nos quedamos solos y hablamos estupideces

Pau: de eso hablan? No tienen nada mas de que hablar –me sonroje un poco, hablaban d cuando lo hacíamos con Tom? Nervios, talvez y si le decía que era gritona? No es que lo fuera claro pero...-

Bill: si, dice que mueves mucho la lengua

Pau: -juro que en ese momento me atragantaba con la salchicha dentro de mi boca-

Bill: -solo una carcajada que hasta los vecinos la escucharon- son bromas no te atores!!! -siguió riendo- bueno pero… anoche Uf! –levanto una ceja mirándome-

Pau: -oh dios!!! Creo que un tomate no se comparaba con mi color de piel en ese preciso momento- anoche¿? Que hay de anoche? Emm.. oh mira ya Tom se le enfría la comida

Bill: no me cambies de tema! Hahaha

Pau: emm…

Bill: hahaha gritas fuerte eh!

Pau: -creo que en ese momento mi mente se fue al mas haya y enserio ¡NO REGRESARIA!- yo? Haha –risa nerviosa- Bill de que hablas

Bill: aay vamoooos! No es como que no los hubiera escuchado, ustedes son adictos al sexo oh que? Bueno mi hermano si.. y buee ya que tu saliendo con el deberías de serlo también oh si no igual el te convertiría en alguien asi

Pau: pero no tanto eh!

Bill: bueno eso si no que Tom…

Tom: -pasando la puerta- ¿Yo?

Pau: -mi sonrisa fue inmediata, enserio Tom entraba por cualquier puerta y mis mejillas se enrojecían a la vez que mi corazón se aceleraba- si tú!

Tom: para que soy bueno? Aparte para lo que ya sabes –se rio junto a Bill-

Pau: para eso mismo, ven siéntate aquí ya tengo tu plato –le compartí una sonrisa inocente moviendo la silla a la cual me refería-

Tom: -se sentó-

Bill: oye cuñada y esas marcas?

Pau: -mire mis muñecas y me salió una sonrisa, yo sabía porque eran, pista: anoche…- oh nada Bill, el brazalete que me regalaste apretaba un poco y traía una banda para le pelo la cual enrosque sobre mi muñeca, debió ser por eso –mire a Tom, sabía que lo estaba gozando cargaba una sonrisa perversa de oreja a oreja- hoy saldré con Caro

Tom: ah sí?

Pau: si, me mando un mensaje y mientras estas en el estudio aprovecho para verla

Bill: que habrá pasado con su labio? No te conto si mejoro?

Pau: eh nop! Pero creo que de eso hablaremos hoy –su labio… ese ¿golpe?-

Tom: pero no te tardes, que te extrañare –metió su mano bajo la mesa rozando mi feminidad, acaso este hombre no se cansaba!-

Pau: claaarooo –quite su mano con despiste y me levante- gracias! Me tengo que ir en lo que llego ya serán las 2 bye! –bese los labios de Tom tiernamente pero este lo convirtió a un beso apasionado, Bill se nos quedaba viendo con ojos inocentes mientras jugaba con lo que quedaba en su plato- adiós cuñado, suerte en el estudio ¡

Subí al cuarto por mi bolso me di otra ojeada al espejo y baje hacia la cochera, estaba mi carro parqueado desde hace días no lo utilizaba ya que Tom me llevaba a todos lados, era un tanto controlador cuando se trataba de mí pero era normal no? Arranque el carro y por los espejos laterales observe como me alejaba de la casa de los Kaulitz lentamente para agarrar camino directo a la autopista, mientras pensaba ¿Qué pasaba con Caro?

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Narra Caro:

Abrí una de mis gavetas y saque una polera y un pantalón, me cambié rápido y salí al patio, me senté en el pasto mirando hacia abajo –que locura todo- dije en voz baja. El día estaba gris, estaba frio, quería comenzar a llover, un par de gotas mojaron mi rostro –¿estas llorando?- dijo Gustav sentándose a mi lado –no… es la lluvia que caerá en un rato- lo miré sonriendo. En sus gafas podía ver mi reflejo, sus ojos lucia vacios –bueno- dijo cortantemente –tengo que partir al estudio, Bill, Tom y Georg quedaron de estar a las 2 allá y yo también- lo miré nuevamente –yo saldré con Pau, iremos a comer algo… prometo llegar temprano Juschtel- una sonrisa macabra salió de sus labios –no… no te preocupes, llegaré unas horas más tardes- besó mi frente tiernamente y se levantó para ir hacia su auto. ¿Llegar más tarde? ¿dónde iría?. Eso no me gustaba para nada. Encendió el auto y partió, me quede sola en el patio delantero, hacia un frio endemoniado, así que entré y fui con un polerón que me quedaba un poco ancho en los brazos y volví a salir. No sé cuando tiempo estuve sentada, hasta que un auto paró en frente a la casa, levanté la vista y vi a Pau –sube Caro!- me gritó desde el interior, me puse de pié y corrí hasta la puerta, la abrí y me senté:

Pau: -me miró- ¿estas bien? ¿pongo la calefacción? –dijo acercando su mano al panel-

Caro: -la miré- por favor… -miré por la ventana- podemos… ir a tomar café o algo? necesito contarte algo serio –jugaba con mis manos nerviosamente-

Pau: claro! donde tú quieras –dijo mientras aceleraba, me miró por un momento- Carolina… te repito mi pregunta, ¿estas bien?

Caro: -la miré con lagrimas en los ojos, no sabía cómo responderle- algo así –suspiro-

Pau: ¿como así? dime, no tengas miedo, tu sabes que somos tumbas una para la otra, nada sale de aquí –estacionó y tomó un polerón y se lo puso- ¿bajamos?

Caro: -asentí con la cabeza- vamos –abrí la puerta y accidentalmente me golpeé la cintura, di un pequeño grito de dolor – oh mierda! –intenté disimular. Cerré la puerta para esperar a Pau-

Pau: -bajó y corrió hacia mí, me abrazó fuertemente- ¡que te paso!- dijo –ahora si tenemos, ¡tenemos! que hablar, ¿entendido?

Caro: -la miré- nada… me golpeé la cintura pero.. no es nada – coloqué mis manos justo en donde estaban los moretones hechos por Gustav para disimular- y hablaremos… vamos por un café –entré al café y fui a comprar dos. ¿Cómo le diría a Pau lo que sucedia? Se que es mi mejor amiga, pero ¿podría confiarme este secreto tan grande?. Tomamos nuestros vasos y nos sentamos. No la quería mirar, solo miraba la mesa blanca que tenia en frente-

Pau: ¿Caro? que pasa? te hice algo? que te pasa, por qué actuas asi?

Caro: -intentaba no romper en llanto... no hallaba las palabras exactas para describir lo que me estaba sucediendo, tomé un sorbo de mi café y la miré -Pau... no se que es lo que sucede con mi Gustav -mis ojos se llenaron de lagrimas, la miré a los ojos- recuerdas... recuerdas lo que pasó en casa de Simone y Jörk? -mis manos comenzaron a sudar-

Pau: si –dijo casi sin voz- recuerdo, por qué? que paso en esa cocina, ¡quiero la verdad! –miró mis manos -¡dios que pasó!

Caro: -descubrí uno de mis brazos- no se… ¡no se que le pasa! está tan agresivo… -rompí en llanto-

Pau: ¡tu brazo! Como? que? cuando? ¡que pasó!... espera no llores –me respondió exaltadamente mientras se sentaba a mi lado-

Caro: -la abrasé fuertemente- en esa cocina... me dio un golpe sin razón, ya en casa me maltrató y me amenazó Pau... ¡me amenazó! -mis llantos comenzaron a ser mas fuertes- esta extraño... a momentos es mi Gustav, a otros es... es una bestia agresiva, compulsiva, asquerosa... ¿¡que hago mal!? -me acomodé en su pecho y cerré mi ojos para intentar calmarme... pero era imposible recordando cada escena en mi mente, los golpes, los gritos... ese no es mi tierno Gustavito... es un monstruo-

Pau: calma calma! ahora yo estoy contigo, nadie te lastimará –decia mientras acariciaba mi cabello- no estés así! estás segura? tal vez era… estrés?...... no nada de eso! él no tuvo que haber hecho eso, que le pasa!

Caro: no lo se... tengo moretones en los brazos, manos, mi cintura... mi boca esta morada y no lo comprendo! -la miré a los ojos- no me deja contárselo a nadie ¡nadie! -a mi mente vinieron muchos recuerdos de cuando lo conocí, sus formas de hablar tan cohibidas, sus tartamudeos, los juegos con sus manos... donde estaba mi osito?- tengo miedo Pau... miedo a que esto pase a mayores

Pau: calma caro que todo saldrá bien! –decía intentando calmarme- te sales de esa casa ahora! no puedes estar ahí y si te lastima otra vez? no quiero que nada te pase

Caro: ¡NO! -exclame asustada- no puedo irme... no no no -escondí mis brazos- no puedo no puedo... se enojaría y me buscaría! no quiero problemas -irme? quizá sería una buena idea... pero con terribles consecuencias-

Pau: pero le vas a soportar eso? le pego! –me miró a los ojos- pero caro… estás segura? Piénsalo, y si empeora?

Caro: si empeora... si empeora tendré que escaparme... tengo miedo Pau -la miré fingiendo estar bien... ella tenía razón, debía irme y dejarlo solo ¡solo! pero... pero lo amo y no puedo hacerlo, no puedo dejarlo así como así -mucho miedo

Pau: está bien y… mmm –hizo una pausa pequeña- por qué no le das dos días? solo dos! Miras si sigue igual, y si no… me llamas inmediatamente… te parece?

Caro: y si... y si de aquí a dos días ya ni siquiera logro comunicarme contigo? confió en que se le pasará todo eso... confío en él -suspiré- por favor, no le digas nada a Georg, mucho menos a Bill y Tom! no lo debe saber nadie porque son capaces de matar a Gustav.

Miré a Pau y vi como sus ojos se abrían exaltadamente. Una mano fría se posó en mi hombro y lo apretó suavemente –acabo de escuchar mi nombre ¿de qué hablan?- exclamó una voz curiosamente. ¿¡Quién era!?

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